La reina del pop, Madonna, ha vuelto a ser el centro de la polémica tras compartir una imagen generada con inteligencia artificial en la que aparece junto al Papa Francisco. La fotografía, publicada en su historia de Instagram el pasado 13 de diciembre, mostraba a la artista, de 66 años, abrazando al pontífice, de 87 años. Junto a la imagen, Madonna escribió: “Se siente bien ser visto” y etiquetó al creador de la obra, Rick Dick.
Aunque la imagen ya expiró en su cuenta, generó una oleada de reacciones en redes sociales. Algunos usuarios consideraron la publicación como “irrespetuosa”, “extraña” y “escalofriante”. Sin embargo, ni Madonna, ni el artista, ni el Vaticano han emitido declaraciones oficiales respecto a las críticas.
Esta no es la primera vez que Madonna enfrenta controversias relacionadas con la religión. Canciones como “Like a Prayer” y su gira Blonde Ambition de 1990 fueron objeto de fuertes críticas por parte de líderes católicos, llegando incluso a ser boicoteada por el Papa Juan Pablo II en su momento.
En una entrevista con Vanity Fair Italia en 2023, Madonna habló sobre su relación con la Iglesia y cómo sus raíces católicas influyeron en su arte. Según la cantante, sus obras buscan unir a las personas y promover la libertad de expresión, pero a menudo han sido malinterpretadas. “El problema no era mi trabajo, era su incapacidad para comprenderlo”, afirmó, refiriéndose a sus detractores en la Iglesia.
Hoy en día, Madonna se identifica como una persona espiritual, y su visión de la religión ha evolucionado hacia un enfoque más inclusivo y personal. Para ella, la religión debe basarse en la comprensión, la curiosidad y el respeto por otras creencias, en lugar de adherirse a dogmas estrictos.
En sus propias palabras: “Creo en algo más grande, algo superior, algo metafísico que nos conecta a todos. Es importante tener una conexión con el alma, con esa fuerza espiritual, como quieras llamarla”.