Carlos Villagrán, conocido mundialmente por su icónico papel como Quico en “El Chavo del Ocho”, lleva consigo una historia multifacética que va más allá de su interpretación cómica. Antes de alcanzar la fama como actor, Villagrán se desempeñaba como periodista y fotógrafo en la Ciudad de México.
Su vida dio un giro inesperado cuando entabló una amistad con el guionista Rubén Aguirre, quien más tarde se convertiría en su colega en el mundo del entretenimiento. Aguirre, contratado por Chespirito (Roberto Gómez Bolaños) para interpretar al Profesor Jirafales en la serie de televisión “El Chavo del Ocho”, fue crucial en la transición de Villagrán al mundo actoral.
La conexión entre ambos se fortaleció en una fiesta organizada por Aguirre, donde Villagrán dejó una impresión duradera al expandir sus mejillas de manera cómica. Esta peculiar habilidad se convertiría más tarde en la marca registrada de su personaje Quico. Aguirre, impresionado, recomendó a Villagrán a Chespirito, quien le otorgó el papel de Quico en el programa.
El éxito de “El Chavo del Ocho” y el personaje de Quico catapultaron a Villagrán a la fama internacional. Su participación no se limitó solo a esa serie, ya que también apareció en otro exitoso programa de Chespirito, “El Chapulín Colorado”. Ambas producciones se convirtieron en éxitos internacionales en Iberoamérica, España, Estados Unidos y otros países.
Sin embargo, en 1978, Villagrán dejó ambos programas, marcando el inicio de disputas legales con Chespirito sobre los derechos del personaje Quico. Este período también coincidió con la salida de Ramón Valdés, otro miembro destacado del elenco. Aunque estas disputas marcaron el fin de las producciones, las retransmisiones siguen siendo populares en todo el mundo.
Posteriormente, Villagrán buscó oportunidades en Venezuela, actuando en varios programas de Radio Caracas Televisión. Sin embargo, estos no alcanzaron el mismo nivel de éxito que las producciones de Chespirito en México. La reunión con Valdés en México para el programa “¡Ah qué Kiko!” no logró replicar la química original, y el programa fue cancelado tras la muerte de Valdés en 1988.
Después de disfrutar de una exitosa carrera circense con “El circo de Kiko”, Villagrán se trasladó a Argentina, donde interpretó nuevamente a Quico, aprovechando la falta de derechos de Chespirito sobre el personaje en ese país. Esta decisión demostró la versatilidad y adaptabilidad de Villagrán en su carrera.
En el año 2000, se produjo una reconciliación notable entre Villagrán y Chespirito durante un especial de “El Chavo del Ocho” que reunió a todo el elenco original. En 2017, participó en la película brasileña “Como se Tornar o Pior Aluno da Escola”, demostrando su presencia en la escena cinematográfica internacional.
Controversialmente, Villagrán regresó al papel de Quico para un anuncio contra la inmigración ilegal producido por la Embajada de Estados Unidos en México, mostrando su disposición para abordar temas sociales importantes.
La vida de Carlos Villagrán es un testimonio de su capacidad para reinventarse y dejar una huella perdurable en el mundo del entretenimiento. Desde sus inicios como periodista hasta convertirse en un ícono de la comedia latinoamericana, Villagrán ha demostrado ser más que un actor cómico; es una figura influyente y multifacética en la cultura popular.
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Foto: Agencia de Noticias ANDES – EL CIRCO DE KIKO, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=38765743